Si abriste este artículo es porque, evidentemente, buscas libros cortos para leer. Pero, ¿Por qué? No sé si es el caso, pero a mí a veces me pasa:
Siento que llevo demasiado tiempo sin conectar verdaderamente con un libro, y me genera angustia. Pero veo libros largos y no puedo encontrar la voluntad para empezarlos y me pregunto si de verdad leer libros es una actividad tan importante. Y me angustio más: es que realmente me encanta conectar con la lectura, pero hace tanto que no me pasa. Las ganas de encontrar libros cortos para leer se parecen, en esos casos, al antojo de unos mates en la plaza con el amor de tu vida el día de la primavera.
Si estás buscando un libro como ese, me animo a decirte que podés encontrarlo en esta lista. Al menos para mí, alguna vez, fueron eso: el reencuentro con un viejo amor.
Libros cortos que no te arrepentirás de elegir
1.- Bonsai – Alejandro Zambra
A este libro llegué por Zona de Obras (que quedó afuera de esta lista porque elegí otro de la reina Guerriero). Su “comienzo perfecto” (sic) es citado por Leila y me convenció. El libro entero se lee de una sentada y le hace honor a esas primeras líneas:
“Al final ella muere y él se queda solo, aunque en realidad se había quedado solo varios años antes de la muerte de ella, de Emilia. Pongamos que ella se llama o se llamaba Emilia y que él se llama, se llamaba y se sigue llamando Julio. Julio y Emilia. Al final Emilia muere y Julio no muere. El resto es literatura”.
2.- Teoría de la Gravedad – Leila Guerriero
Aquí vamos con ella, la número uno. Cualquiera de sus libros es fácil de leer y a quien quiera empezar con una novela de no ficción, que es su fuerte, le recomiendo Los suicidas del fin del mundo. Pero Teoría de la Gravedad es otra cosa. Es un compilado de brevísimos textos narrativos que, no por breves, son superficiales. Quiero decir: no son aforísticos. Es narrativa pura y dura, al hueso todas las vueltas. Literatura quirúrgica. [Si querés una muestra gratis de lo que digo, andá al repositorio]
Si bien es un libro corto, no necesariamente se lee fácil. En ese sentido se parece a la poesía. Cada texto requiere su momento de procesamiento posterior a la lectura. Pero creo que cumple la consigna, pues corto es. Apto para leer en primavera y enamorarse de nuevo del arte del lenguaje.
3.- Prontos, listos, ya – Inés Bortagaray
Este texto uruguayo lo leí gracias al taller “leer a las vecinas” y me gustó mucho. Se lee muy rápido, y es un viaje: el de la protagonista, una nena que relata todo el camino en ruta durante unas vacaciones en familia. Pero narrado con tanta apoyatura visual que es casi como sentarse a ver una película. Es un libro fácil, que te toma de la mano y te lleva a otro lugar. Ideal para abrirle la puerta a ese reencuentro con la lectura.
4.- Emaús – Alessandro Baricco
La premisa principal es esta: lean a Baricco. No importa qué, no importa cuándo. Lean a Baricco.
Pero teniendo en cuenta que estamos en el post con lista de libros cortos para leer rápido y volverse a enamorar en una tarde de sol, elegí Emaús. Sí, sólo por una cuestión de longitud. Qué lindo que es leer a Baricco.
5.- Vacas – Belén Sigot
Para cerrar, elegí esta novelita editada en la Editorial Municipal de Rosario. Me la recomendaron en mi librería de cabecera y no falló. Se lee rápido, sí. Pero además combina géneros y no sabemos muy bien en ningún momento de qué estamos hablando, aunque en el fondo lo sabemos perfectamente; hablamos de Argentina, hablamos de nosotros.
Puedo decir también (y porque habrá gente que lea desde otras latitudes) que es una novela breve, costumbrista. Que bordea la ciencia ficción pero sin llegar a ella; se parece un poco más al realismo mágico latinoamericano. Te va llevando por la vida de un pueblo campesino que se enfrenta a una especie de plaga en sus campos mientras recibe una familia nueva en su comunidad.
Es muy bonito. Fácil de leer pero con varias capas y llevado a buen ritmo.
