Comenzar un texto con una negación posiblemente no es lo que recomiendan las escuelas de SEO, pero en este caso lo haremos de todos modos. Canino no es una película fácil de ver. Si no fuera porque existe El Sacrificio del Ciervo Sagrado, diría que es la película más incómoda de Yorgos Lanthimos.
Se trata de un pequeño drama familiar, pero llevado al extremo. Un matrimonio ha elegido criar a sus tres hijos en un ambiente completamente aislado del mundo exterior, bajo sus propias reglas. En ese entorno, tanto el lenguaje como lo que sucede afuera está completamente mediatizado y manipulado por los adultos. Una especie de alegoría de las cavernas, pero representado por personas de carne y hueso.
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Lo mejor de Canino
Spoiler: tarde o temprano, el montaje de los padres empieza a desmembrarse. Aunque no debería tomarse esto como un adelanto: ¿Puede alguien pensar que es posible sostener tamaña farsa por siempre?
Ahí radica lo mejor de la película: en el proceso que lleva a ese desmembramiento. También está allí lo más brutal. No es gratuito para los protagonistas ese quiebre. Lanthimos, acompañado por unas actuaciones extraordinarias, te traslada esa asfixia, ese filo. Vuelvo al comienzo: no es una película fácil de ver. Pero hay algo en ese profundo desagrado que nos lleva a creer, quizá, en la emancipación.
Podemos tomar livianamente la película y decir que es sólo una metáfora del crecimiento, que todos pasamos por una niñez en la que confiamos plenamente en nuestros padres y que al crecer vamos descubriendo el mundo por nosotros mismos. Pero no es eso. Es más que eso. Lanthimos desafía el límite y se pregunta ¿Hasta dónde se puede llegar?
Ya que hablamos de lo mejor de la película, diré que la escena de baile es todo (quien la vio la recordará y quien no la vio entenderá de lo que hablo cuando llegue ahí). Lanthimos nos da una clase magistral de cine en esa escena: podemos contarlo todo sin decir una palabra.
Lo diré por última vez: canino no es una película fácil de ver. Pero vale la pena. Omeprazol cerca y adelante.
Datos de interés
Estrenada en 2009, es su tercera película; aunque la primera en trabajar como guionista, director y productor.
Fue nominada a los premios Oscar como mejor película en lengua extranjera, terna que ese año ganó la película dano-sueca En un mundo mejor.
Participó del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
Se estima que costó 275.000 euros y que recaudó 722.000 dólares.